Los
biocombustibles líquidos son aceites y alcoholes
obtenidos de plantas. Es posible la obtención de
aceites a partir de más de 300 especies
vegetales, fundamentalmente extraídos a partir de
semillas y frutos.
Obtención de los biocombustibles
El
aceite se obtiene normalmente por compresión y/o
extracción y también por pirólisis, aunque
estos últimos no resultan adecuados para su
utilización en motores de combustión interna.
Una segunda operación, conocida como
transesterificación, permite obtener ésteres
(compuestos químicos con alcohol) para su
aplicación en motores diesel.
Los
aceites utilizados son los procedentes de la colza
en mayor medida y en menor aceite de palma, de
girasol o de soja. Sin embargo, el coste
resultante de todos estos procesos es todavía
demasiado elevado, lo que hace de estos aceites en
sí un producto, de momento, poco competitivo en
el mercado desde un punto de vista económico.
Principales biocombustibles
Los
alcoholes utilizados como fuente de energía son
el etanol y el metanol. El etanol es un
combustible que se utiliza en la actualidad en
algunos automóviles mezclado con la gasolina
(generalmente no se supera el 10%). Otros
derivados de este alcohol (ETBE) se usan
actualmente como aditivos de la gasolina.
El
proceso de obtención varía dependiendo de la
materia prima pero incluye siempre una fermentación
y una destilación posterior hasta obtener una
pureza del 99,5%. Las materias primas son en
general el azúcar de caña o de remolacha.