Son
superficies arbóreas establecidas mediante plantación
o de siembra. Pueden ser de especies introducidas de
especies autóctonas, en cualquier caso todas ellas se
gestionan de forma intensiva.
Definición
En
los últimos años estamos asistiendo a la extensión
generalizada de las plantaciones de árboles como
recurso para la obtención de fibras o de otros
productos madereros.
A
esto se añade la urgencia de lograr estabilizar el
contenido dióxido de carbono de la atmósfera, habiéndose
encontrado en las plantaciones un medio eficaz
consagrado por el Protocolo de Kioto con el llamado
"comercio de emisiones", lo que permite que un
país (evidentemente con disponibilidades financieras)
pueda cumplir sus compromisos internacionales de reducción
de emisiones, sin disminuir las de su industria,
comprando "derechos de emisión", que son las
reducciones en las emisiones efectuadas por otro país
que ha aumentado su superficie arbolada o que ha
invertido en tecnologías más limpias y eficientes
Superficies y tipos de plantaciones
En estos
momentos la superficie de plantaciones forestales
se estima en 187 millones de hectáreas, habiéndose
registrado un aumento significativo desde 1995, en
que se estimaba en 124 millones de hectáreas. El
62% de las plantaciones se encuentra en Asia y los
países con mayores recursos en forma de
plantaciones forestales son China (24%) y la India
(18%).
Cada año
se plantan, a escala mundial, 4,5 millones de hectáreas,
el 91% en Asia y América del Sur. Aunque los géneros
predominantes son Pinus (20%) y Eucalyptus (10%),
los grupos de especies varían muy marcadamente
entre las diferentes regiones geográficas.
El
48% de las plantaciones existentes en el mundo se
destinan a usos industriales y el 26% a
actividades no industriales (obtención de leña,
conservación del suelo y el agua, otros usos). El
26% restante se dedica a otros fines no
especificados.
Aprovechamiento
Según
la FAO, aunque las plantaciones forestales
ocupan menos del 5% de la cubierta forestal
mundial, suponen al menos el 22% del suministro
mundial de materia prima de madera a la
industria. Las plantaciones tendrán una
importancia creciente en el suministro de madera
a medida que disminuyan los bosques naturales o
seminaturales a causa de la deforestación
(fundamentalmente en los países en desarrollo
de los trópicos y subtrópicos) y se destinan a
fines de conservación o de otro tipo (básicamente
en los países desarrollados de la zona
templada).
Cada vez más se utilizan los cultivos arbóreos
para apoyar los sistemas de producción agrícola,
como medio de sustento comunitario, para la
reducción de la pobreza y para mejorar la
seguridad alimentaria.
Tanto
las comunidades como los pequeños inversores,
incluso los campesinos a título individual,
cultivan árboles para establecer fajas de
protección, huertos familiares y bosquecillos,
así como en una diversidad de sistemas
agroforestales para obtener madera, productos
forestales no madereros, leña, forraje y
abrigo.
Los
sistemas de producción por contrata,
bajo diferentes formas contractuales,
con industrias de elaboración de la
madera son también una fuente valiosa
de suministro de madera. Son cada vez más
los pequeños inversores que producen
una proporción creciente de especies
destinadas a la obtención de madera
chapada decorativa, especialmente teca,
bajo esas modalidades.
En
el Asia sudoriental, en particular, las
dificultades existentes para el suministro de
madera han conducido al aprovechamiento de
especies leñosas o fibrosas como el caucho y
los tallos y hojas de la palma de aceite y del
cocotero, que no son consideradas
tradicionalmente como especies forestales.
Previsiblemente, esta tendencia continuará y la
FAO estudiará sus consecuencias y sus
repercusiones.
Una planta no
es un bosque
Una
planta no es un bolsque sin embargo, un bosque es mucho
más que un monocultivo de árboles plantados en hileras
para facilitar las labores de limpieza y conservación;
un bosque es un complejo ecosistema que alberga miles de
especies vegetales y aninales en las que no cabe
encontrar ninguna innecesaria, cada cual cumplirá un
papel determinado que ayudará a la salud global de las
especies en su conjunto.
Un
bosque es algo más que un almacenamiento de
carbono o una fábrica de fibras o maderas de
valor comercial, un bosque es un rico hábitat
que mantiene la biodiversidad y fecunda la
tierra, el aire y el agua de su entorno.
Evidentemente
en toda Europa y extensas zonas de Norteamérica los
bosques originales han sido tan modificados por la mano
del hombre con el paso de los siglos que se han vuelto más
semejantes a plantaciones que a un bosque propiamente
dicho. Pero la situación no es la misma en los brasileños
o indonesios o sudafriacanos donde las selvas están
siendo convertidas en monocultivos de eucaliptos y
pinos.
Tampoco
parece cierto, pese a toda la propaganda, que las
plantaciones ayuden a aliviar la presión sobre los
bosques centenarios, en algunos países en desarrollo la
extracción de maderas ricas, la tala del bosque autónomo
-para obtener pulpa para la fabricación de papel- y el
monocultivo posterior, forman parte de la misma cadena
de destrucción del hábitat natural