Fuente: Geoscopio/Madrid.
Los guardas fluviales rehabilitan un tramo de estos caminos que discurre por el Azud de Ojós
El Comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Manuel
Aldeguer, ha visitado el tramo del sendero fluvial que discurre por el Azud de Ojós, en el municipio de
Blanca, que ha restaurado la Asociación Guarda Ríos del Segura mediante un proyecto incluido en el
Programa de Voluntariado en Ríos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino
(MARM).
El objetivo principal de este proyecto, en el que han colaborado el Ayuntamiento de Blanca y el
Instituto de Educación Secundaria Valle del Segura de esta localidad, es la recuperación de un tramo de
180 metros del sendero fluvial mediante la técnica de construcción de la piedra seca, al tiempo que se
procederá a la limpieza de la zona y retirada de residuos vegetales y sólidos, así como la plantación de
especies autóctonas y poda de tarays y palmeras, que rodean el sendero.
Esta asociación ha querido, mediante esta actuación, sensibilizar a la población sobre los
recursos culturales, patrimoniales, naturales y paisajísticos, así como la necesidad de la protección y
cuidado de nuestro singular entorno medioambiental, además de ayudar en las tareas de un desarrollo
sostenible a través de actividades sanas, ecológicas y autenticas.
Asimismo, este tipo de proyectos forma a la juventud y a las personas que muestren interés en la
materia, unas técnicas tradicionales, apenas ya conocidas en nuestros días, utiliza la piedra como un
recurso cercano y conciencia sobre un adecuado aprovechamiento de los recursos materiales que se
encuentran en nuestro entorno.
La Asociación de Guarda–Ríos del Segura, integrada por los propios Guardas Fluviales que
llevan acabo la vigilancia y custodia del Dominio Público Hidráulico del Río Segura, valora el
voluntariado como mecanismo para la rehabilitación y mejora de nuestros ríos.
Esta asociación recuerda que se han perdido multitud de sendas y caminos fluviales, que
conectaban por el río, pueblos y aldeas de la Cuenca del Segura. Las nuevas formas de transporte, la
creación de carreteras han relegado a la desaparición de cientos de kilómetros de caminos y senderos
fluviales, algunos de los cuales sirvieron de trazado de carreteras y otros dejaron de andarse, con lo que
la vegetación los fue ocultando.
Por ello, este proyecto quiere recuperar una pequeña parte de un sendero que conectaba Ojós,
con el pueblo de Blanca, y que, al construirse el embalse de regulación de las aguas provenientes de la
cabecera del Tajo en la década de los 70 del siglo XX, desapareció, sustituyendo este recorrido con una
carretera.
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