Fuente: Comunidad de Madrid
Coincidiendo con el descenso de las temperaturas, la Comunidad ha activado el dispositivo de vialidad invernal para mantener en correcto estado las carreteras madrileñas y evitar que la presencia de hielo o nieve afecte a la movilidad o seguridad de la circulación.
El presidente regional, Ignacio González, ha comprobado los medios técnicos que ya se encuentran preparados en el centro de conservación del Ventorrillo, en Navacerrada.
Para esta campaña de cuenta con un equipo humano de 260 profesionales que disponen de 56 quitanieves provistas de cuña y esparcidor de sal y dotadas de GPS, una tecnología que permite controlar en todo momento la posición del vehículo, los kilómetros que ha recorrido y la cantidad de sal que ha esparcido cada día. También dispone de 16 retroexcavadoras, más de 5.000 toneladas de sal, 26 silos y 13 naves para el acopio de la misma y cinco plantas de salmuera.
En los últimos años, la Comunidad ha introducido diversas mejoras en el dispositivo de vialidad invernal y ha diseñado y puesto en marcha un protocolo de actuación coordinado con los Ayuntamientos para responder de la forma más rápida y eficaz a cualquier imprevisto, como la instalación en 2011 de nueve sensores de pavimento en puntos especialmente sensibles de las carreteras. A partir de los tres grados, los sensores se activan y avisan de la posible aparición de hielo en la vía.
La información que proporcionan complementa a la que se recibe desde ocho estaciones meteorológicas. Gracias a ello se elabora un mapa térmico de las carreteras que evita la formación de hielo en la calzada antes de que llegue a producirse y permite actuar con antelación. También se han instalado nueve paneles luminosos en las carreteras de acceso a los puertos de montaña (la Cruz Verde, Canencia, La Morcuera, La Puebla y La Hiruela), que informan a los conductores de cualquier incidencia o peligro que pudiera encontrar en el trayecto o si es obligatorio el uso de cadenas.
Respecto al protocolo coordinado con los Ayuntamientos, su puesta en marcha se ha adelantado para que los municipios estuvieran ya preparados cuando se produjeran las primeras nevadas. Este protocolo establece como prioritario garantizar el acceso a los hospitales y centros de la salud, así como la movilidad de los principales nudos de comunicación.
Emergencias en el transporte
La coordinación entre la Dirección General de Carreteras y el Consorcio Regional de Transportes ha permitido elaborar un plan ante emergencias en el transporte que permita responder con rapidez y eficacia ante cualquier incidencia. Para la elaboración de este Plan se ha realizado un exhaustivo análisis de las líneas de transporte interurbano. Para garantizar que la respuesta a las incidencias se realice a la mayor rapidez, el mapa regional se divide en nueve zonas y en este protocolo se informa a los consistorios de qué carreteras pertenecen a cada una de ellas para que sepan dónde acudir.
Además, dentro de este reparto por zonas se ha realizado una clasificación de las mismas en función de tres criterios para estar preparados ante cualquier eventualidad: días esperados de nieve al año, altitud y umbrales de nieve admisibles. La Dirección General de Carreteras cuenta con un Centro de Gestión desde el que se distribuye, canaliza y coordina la información y las directrices de actuación a seguir. Recibe las predicciones meteorológicas, las alertas del 112, la información facilitada por los centros de conservación y diversos agentes (de Tráfico, Policía, Ayuntamientos, etc.)
La Dirección General de Protección Ciudadana es la responsable de gestionar el Plan de Inclemencias Invernales. Este Plan focaliza los riesgos que puedan originar las grandes nevadas y las temperaturas extremadamente bajas, por lo que territorializa previamente las zonas que, con mayor intensidad, pueden sufrir estos efectos, las situaciones que puedan plantearse y los medios disponibles para actuar en consecuencia.
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