El sector hotelero utiliza una amplia gama de productos químicos para garantizar la higiene y el mantenimiento de sus instalaciones, algunos de estos productos pueden ser agresivos para el medio ambiente e incluso para la salud de sus empleados y huéspedes.

Además de los efectos sobre el medio ambiente local o regional, a través de las aguas residuales donde van a parar estos compuestos, algunos pueden tener un efecto planetario, como es el caso de los CFC empleados en los equipos de refrigeración y que son los causantes de la destrucción del ozono.

Algunas de las prácticas de más sencilla implementación en la gestión de un hotel son las siguientes:

Con llevar a cabo el correcto mantenimiento de los equipos de limpieza e puede hacer disminuir a la mitad la cantidad de producto químicos utilizados.
Puesto que es abundante la información sobre los productos o sus embalajes, es difícil interpretar cual es menos dañino para el medio ambiente. Ante la duda seleccione aquellos productos que presenten una etiqueta ecológica certificada por un organismo independiente.
Consulte con su proveedor alternativas más ecológicas a los productos químicos que está utilizando.
Utilice detergentes biodegradables o de bajo impacto ambiental.
En el uso de detergentes y productos de limpieza, respete las instrucciones del fabricante, tratando de evitar la utilización de dosis mayores a las recomendadas.

Aunque los residuos peligrosos suponen una cantidad no superior al 1% de los residuos, su impacto ambiental puedes llegar a ser mucho mayor del 99% restante. A modo de ejemplo, un litro de aceite usado para freír en al cocina puede llegar a contaminar más de 1.000 litros de agua si se vierte por el desagüe (cosa que la legislación prohíbe expresamente) al llegar a la depuradora, dificulta su funcionamiento y disminuyen su vida media.

Algunos de los principales residuos peligrosos que se generan en la actividad hotelera son:

Aceites de cocina y de motor Disolventes y botes de pintura, tanto llenos como vacíos. Toner de impresoras y fotocopiadoras. Filtros de ventilación. Baterías y pilas. Tubos fluorescentes y bombillas de bajo consumo. Productos fitosanitarios, incluyendo sus envases. Medicamentos. CFC, CFC, contenidos en neveras, equipos de refrigeración y aire acondicionado. Halones, contenidos en extintores y sistemas de protección contra incendios.

ACTEA gestión ambiental
http://www.geoscopio.org/escaparate/portada.cgi?&idempresa=47

EMGRISA
http://www.emgrisa.es

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